...Y de repente nuestros dedos meñiques comenzaron a rozarse, a tocarse y a sentirse. Nuestra vista se clavó en nuestras manos y de vez en cuando, cuando levantábamos la cabeza era para mirarnos a los ojos. Ni una sonrisa, ni un gesto, sólo nos mirábamos con los ojos bien abiertos, como no queriéndonos perder nada de lo que ahí estaba ocurriendo (sensación mindfullnes). Volvíamos a bajarla para volver a observar los dedos, como se enmarañaban entre si, extendiendo la experiencia a los demás dedos y a la parte superior de las manos.
Al voltear sus manos, pude ver el anillo. Nuestro anillo de compromiso.. Un símbolo que forma parte de nuestra historia, de nuestra ciudad amada, transportándome a mi momento de nerviosísmo en Nobu, cuando solté aquel.. "Nuria, mi amor, tu sabes que te quiero mucho, no?" y la voz comezó a temblarme..
Poco a poco las manos se fusionaron y sin saber cómo, comenzamos a apretar y a destilar una sensación contenida de rabia y de pasión que hacía mucho tiempo que no lo sentía así con Nuria. La respiración se empezó a escuchar, como cuando hacemos el amor..
Poco a poco pasamos a las dos manos y finalmente al abrazo. El roce que supuso aquello fue algo místico. Escuchar su respiración, oler su pelo y su piel fue algo que jamás pensaba que iba a volver a pasar.. Lo echaba tanto de menos.. Mi corazón bajó las pulsaciones, una sensación de paz me ahogó!
Nos dedicamos a disfrutar de ese momento, sin querer pasar a nada más y sin exigirnos otra experiencia. Simplemente permanecimos abrazados y dejamos que nuestro corazón hablara por si mismo. Tras varios minutos nos soltamos y bajamos la mirada, como avergonzados pero al mismo tiempo, queriendo asimilar lo que estaba ocurriendo. De repente volvimos a volar.. Sonreímos, como cuando dos adolescentes se dan el primer beso.
Nos dedicamos a disfrutar de ese momento, sin querer pasar a nada más y sin exigirnos otra experiencia. Simplemente permanecimos abrazados y dejamos que nuestro corazón hablara por si mismo. Tras varios minutos nos soltamos y bajamos la mirada, como avergonzados pero al mismo tiempo, queriendo asimilar lo que estaba ocurriendo. De repente volvimos a volar.. Sonreímos, como cuando dos adolescentes se dan el primer beso.
No hay mejor sensación que ver a Nuria sonreír
y saber que yo soy el motivo.
y saber que yo soy el motivo.
De repente todo cambió, tocarnos nos devolvió a 'la verdadera razón del por qué estábamos allí'. Nos amamos, estamos muy enamorados. Nos lo dijimos y por ese motivo estábamos allí.. Si realmente no existiera nada entre nosotros no hubiéramos perdido ni un minuto el uno con el otro, sin embargo compartimos 5 horas de nuestra vida.
"Hay magia. Esa es la magia de la que Nuria y yo hablamos constantemente, de la magia que hace que al estar cerca nos atraigamos. Queremos tocarnos, mimarnos y respirar cerca. No podemos evitarlo, es algo que no se puede explicar, simplemente pasa."
Tocarnos y abrazarnos nos hizo ver que tenemos un futuro por delante maravilloso, que pueden pasar horas, días e incluso meses y nuestro amor sigue intacto. ¡¡Y todo esto por tocarnos y abrazarnos!! Nuestra conexión es infinita, hablamos incluso de estar conectados y aunque no hablábamos, nuestros pensamientos y sentimientos se trasladaban hasta el infinito para transmitirnos las cosas. ¡¡Le pedía cada noche antes de acostarme a Nuria que leyera el blog y le llegó..!!
Estoy feliz, estoy que exploto de amor. Sólo tengo dos palabras en mi mente continuamente: FUTURO y SEGURIDAD.
Tenemos un FUTURO maravilloso donde el otro día lo describimos al unísono y quedó lo suficientemente claro. Y yo tengo la SEGURIDAD de lo que deseo en mi vida. Una vida plena llena de felicidad, alegría y sentimientos. La SEGURIDAD de que Nuria es la mujer con la que quiero compartirlo todo y sobre cualquier cosa, tener nuestra propia familia.
Y pensar que todo esto comenzó con nuestros meñiques tocándose... Que bonita sensación aquella del roce.
No hay comentarios:
Publicar un comentario